El amor a primera vista sí existe y lo descubrí el día que te conocí por primera vez. Suena como que estoy embarazada o que soy mamá, pero no es así. Aún no tengo la dicha de ser madre y creo que aún falta bastante para eso; soy muy joven. Cuando tenía 26 años me enteré de la mejor noticia de mi vida hasta hoy. ¡Iba a ser tía! La felicidad no cabía en mí. Me imaginaba cuidando a ese bebé, jugando con él, mimándolo mucho, cada día más. No podía parar de pensar en ese bebé que venía en camino. Le conté a todo mundo, estaba demasiado emocionada.
La primera vez que vi su carita tenía tal vez un mes. Nunca había visto un bebé tan precioso. Cuando cargaba en mis brazos a este pequeño e indefenso bebé solo pensaba lo que podía enseñarle. Jugaríamos, correríamos, haríamos travesuras juntos, pero nunca pensé en lo que este bebé me iba a enseñar a mí.
Conforme ha ido creciendo ese niño me ha enseñado tanto; el amor a primera vista sí existe, lo descubrí ese día que lo conocí por primera vez. Entendí que se puede ser feliz con pocas cosas y cualquier objeto se puede transformar en un carro, un avión, un superhéroe o cualquier cosa que tu mente imagine. Me ha enseñado a tener imaginación, creatividad y a divertirme mucho de maneras simples.
Él es el hombre de mi vida, es mi motivación todos los días. Quiero lo mejor para él y lucho por ser una mejor persona
Todos sus logros se han convertido en míos también y no puedo esperar para verlo ya crecido.
Sí, mi vida la cambió un hombrecito pequeño. Un hombre que no es mi hijo, pero que quiero como si lo fuera. Un pequeño niño que cada día me hace más feliz. El hombre más importante de mi vida y el dueño de mi corazón desde que supe que llegaría a mi vida
Nos faltan muchas aventuras aún. Te amo y eres lo más importante en mi vida.